Estos días es imposible no hablar del once de septiembre, día del atentado a las torres gemelas. Han pasado diez años desde entonces y todos los medios se recrean en este macabro aniversario, sacando otra vez imágenes e historias lacrimógenas y, con ellas, las mentiras de la versión oficial de los acontecimientos.
No quería tocar esta cuestión ya que la red se ha hecho eco suficientemente, pero viendo el telediario de Antena 3 no he podido evitarlo.
Monica Carrillo, voz casera del establishment, lee las siguientes palabras: Con aquellas imágenes muchos niños descubrieron qué es el terrorismo en un día que cambió el mundo.
Se me remueven las tripas, no lo puedo evitar.
A parte la tristísima jugada del telediario que busca provocar la emotividad del espectador mezclando los niños con esta noticia, ciertamente la presentadora tiene razón en una cosa: el 11 de septiembre cambió el mundo. Como ejemplo de ello, la noticia ilustra el aumento de medidas de seguridad en los aeropuertos con la introducción de controles rígidos. Estos controles abrieron la puerta a diferentes aparatos, como escáneres, rayos X o videocámaras, y provocan una reorganización de la seguridad que se deja en manos de empresas privadas. Un bocado suculento. Más seguridad se traduce también en más impuestos aeroportuarios. Alguien empieza a ganar dinero y es solo un ejemplo, sin entrar en detalle y considerar todo el dinero que alguien ha ganado a partir del 11 de septiembre.
Me interesa en cambio recordar como a partir de estos ataques hubo una carrera por parte de los gobiernos para limitar las libertades individuales, fomentar el control de la red, restringir los derechos humanos en nombre de la lucha al terrorismo.
Me interesa recordar que se justificó una guerra, la guerra contra el terrorismo que desembarcó in Iraq. Todas las guerras son indecentes, pero esta lo fue más si cabe ya que en realidad buscaba el control de las reservas de petróleo y no tenía nada que ver con el terrorismo, como se vio sin lugar a dudas.
Me interesa recordar que a partir de estos ataques se generó la psicosis mundial del terrorismo, fomentada posteriormente por otros atentados como el de Londres o de Madrid. Nació un enemigo global que nos amenazaba a todos, indistintamente, y que requería una respuesta global. Este terrible enemigo fue la excusa para que la población, atemorizada, en estado de shock, psicológicamente alterada aceptara medidas que de otra manera no hubieran sido aceptadas.
Sin llegar a fabulosas y raras teorías del complot, lo que ocurrió el 11 de septiembre refleja el modus operandi de los fautores del Nuevo Orden Mundial para manipular la masa y obligarla a aceptar sus dictámenes. Ellos crean una amenaza global, para la cual tienen ya planeada la solución, en este caso el terrorismo. A través del miedo descolocan a la población ya que el miedo altera la percepción de las cosas y permite introducir medidas extraordinarias, como el recorte de libertades. Basta con recordar el intento del gobierno de Tony Blair de ampliar el periodo de cárcel preventiva sin que el preso se pueda comunicar con familiares o con un abogado. Basta con recordar la persecución que se desató en EEUU cuando el gobierno de Bush instó a la población a denunciar a quien fuera, incluso el vecino de casa, que pudiese ser sospechado de actividades terroristas.
No me cabe la menor duda que el atentado del 11 de septiembre fue obra de los fautores de Nuevo Orden Mundial, muchos de los cuales ocupan cargos de poder de primera línea en la política o en la economía mundial. Suyos son los medios de comunicación, los bancos, las multinacionales. Para ellos sois unos esclavos que han de controlar y dirigir; no les importa matar a 3000, 4000 o los que haga falta con tal de conseguir sus objetivos. No les importa arruinar económicamente un país o promover una guerra, ni les importa esquilmar el planeta. Están obsesionados con el control del mundo y no van a parar hasta que lo consigan. El 11 de septiembre de 2001 con todas sus consecuencias es la prueba de ello.
No me cabe la menor duda de que Bin Laden está descansando en una isla protegido por sus amigos, los señores del Nuevo Orden Mundial.
Estos días estamos viendo documentales, investigaciones periodísticas, nuevo material emotivamente impactante y es prácticamente imposible evitarlo.
Ya que es imposible evitarlo, tratemos por lo menos de no caer en la trampa de la manipulación y recordemos que el responsable del ataque a las torres gemelas y de los demás atentados es ciertamente Al Qaeda, pero que Al Qaeda es un brazo del Nuevo Orden Mundial como demuestra la estrecha amistad entre las familias Laden Y Bush. Los fautores del Nuevo Orden Mundial planearon el atentado, los fautores del Nuevo Orden Mundial crearon el terrorismo con el objetivo de instaurar su dictadura mundial. Lo demás es mentira.