 |
| Edificio del B.C.E. |
En medio de todo el vendaval que recorre Europa y el mundo, Grecia ha anunciado un referéndum para que los ciudadanos ratifiquen los duros ajustes que la Unión Europea pretende. Como era de esperar las bolsas se hunden y los gobernantes empiezan el patético bailoteo de consultas y declaraciones. Todos los analistas económicos coinciden en que el referéndum es un auténtico peligro para la moneda única y la estabilidad financiera del viejo continente, ya que la victoria del no significaría la suspensión de las ayudas internacionales y la consiguiente quiebra de Grecia. La quiebra llevaría al país helénico a la salida del euro, abriendo un escenario apocalíptico para nuestra moneda. Hasta aquí la versión oficial.
Por otro lado, los comentarios de la gente en la calle se resumen en la opinión que los griegos son unos cabrones porque nos van a conducir al desastre.
Hace tiempo que no me creo nada de lo que se anuncia desde los palacios de poder, ni me interesan las reacciones emocionales de la gente. Creo en cambio que tanto las declaraciones oficiales como las reacciones de los ciudadanos forman parte del nefasto juego de manipulación al cual estamos sometidos por parte del capitalismo salvaje.
En primer lugar no me creo que los líderes europeos no supieran nada. De hecho hace tiempo que en los pasillos de la U.E. se comenta la idea de que la quiebra de Grecia es la mejor solución para hacer resurgir el país. Sin embargo se sabe también que esta quiebra no puede ser pactada entre los estados miembros. No pueden hacerlo oficialmente porque significaría que éstos no creen en la fortaleza del euro. Para un estado miembro de la U.E. desde luego no es políticamente correcto no creer en su propia moneda.
En cambio con la victoria del no Grecia se autoexcluiría del euro, es decir la fragilidad del euro no tendría la culpa de la quiebra de Grecia. La culpa sería de los desagradecidos griegos que rechazan las ayudas y se tiran al abismo. La tempestad financiera sería inevitable, pero el euro salvaría la cara cargando Grecia con el muerto.
Con la improbable victoria del sí en cambio Grecia se sometería voluntariamente a la dictadura de la troika y de los mercados liberticidas renunciando definitivamente a su soberanía.
Que salga el no o el sí, en todo caso los especuladores van a ganar mucho dinero.
En segundo lugar me ha llamado la atención la reacción de la gente de a pie. Hoy he escuchado decir que los griegos son unos cabrones desagradecidos porque plantean el referéndum después de haber recibido montones de dinero y después de que se les haya perdonado la mitad de la deuda. He escuchado también a griegos decir que la salida del euro sería una ruina para su país y que se abocarían al desastre completo.
¡Qué mal me huele todo esto! Me huele otra vez a manipulación neoliberal. Los mercados saben que si la gente se pelea, si llevan el conflicto a pie de calle, ellos salen beneficiados porque ganan un mayor poder de acción. Si los ciudadanos europeos se indignan con los griegos, no están haciendo otra cosa que ratificar moralmente las acciones liberticidas de los mercados globalizados. Sin embargo toda esta gente que hoy señala con indignación a los griegos se olvida de que probablemente ellos son las siguientes víctimas del mercado global. Poe esto debemos mostrarnos solidarios con el pueblo heleno.
Los griegos y los europeos que en cambio se cobijan asustados detrás de la moneda única, afirmando que es la solución a todo mal se olvidan de que el euro es precisamente una de las causas de los males actuales. En este caso los mueve el miedo, otra arma del sistema establecido. Los siervos del capital, es decir los medios de comunicación, los diferentes analistas políticos y económicos, los líderes, las instituciones gubernamentales perfilan escenarios apocalípticos si gana el no. Ya han empezado a difundir el miedo entre la gente y se sabe que el miedo paraliza el sentido común.
Paralizando el sentido común los agentes del sistema logran introducir sus reformas liberticidas y esclavizadoras, como vemos que está ocurriendo desde que explotó esta crisis pilotada. Gracias al miedo los ciudadanos aceptan recortes generalizados de bienestar y se someten voluntariamente a la dictadura neoliberal.
Hace tiempo que voy diciendo que estamos en medio de una crisis provocada a conciencia por un grupo de personas, los oligarcas neoliberales, que quieren hacerse con el control de la economía mundial. Son los fautores del Nuevo Orden Mundial. Es gente sin escrúpulos, son expertos en la manipulación de las masas y no se detienen delante de nada ni de nadie. Los indignados de medio mundo no los asustan ni los preocupan porque en el fondo saben que no van a conseguir nada con su pacifismo vetusto.
Esta élite del dinero ha dibujado un plan preciso para someter a la población y no deja nada al azar. Tienen un guión previsto, así que no me creo que el referéndum los pille por sorpresa; más bien creo que lo han planeado ellos mismos. De hecho en tan solo unas horas la posición de los líderes europeos ha pasado del desconcierto y de la condena del referéndum a la petición que se realice cuanto antes. Para mí es la prueba de que estamos delante de un nuevo capítulo de la planificada conquista neoliberal de Europa.
Meditad gente, meditad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario