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19 abr 2011

Los fármacos para la osteoporosis aumentan el riesgo de fracturas óseas

Hoy he de aplaudir una vez más las maravillas de la medicina oficial, la religión médica como la llamo.
La osteoporosis es una enfermedad que provoca la descalcificación de los huesos y que obviamente tiene su correspondiente tratamiento farmacológico. La química amiga del hombre enfermo en este caso lo socorre con los bifosfonatos, uno de los tantos compuestos de síntesis artificial que amenizan nuestras vidas.

Hace tiempo que la administración de estos medicamentos se relaciona con lesiones en el hueso cuando hay tratamientos odontológicos, lo que técnicamente se define osteonecrosis del maxilar y de la mandíbula (foto2). Los fármacos que sirven para curar la osteoporosis, que es un problema óseo, causa problemas óseos en la mandíbula. ¡Asombroso!
Como si esto no fuera de por si suficiente para evidenciar las tremendas contradicciones de los medicamentos alopáticos cuyos beneficios son constantemente ensombrecidos por los efectos secundarios, ahora resulta que los bifosfonatos aumentan considerablemente el riesgo de fractura del fémur.

Los fármacos que pretenden curar problemas de descalcificación y por lo tanto de rotura de los huesos aumentan el riesgo de fractura, es decir de rotura, del fémur.
Es como si un antipirético provocara un aumento de la fiebre o un analgésico un aumento del dolor.
La Agencia Europea del Medicamento, detrás de la cual se esconden los laboratorios que fabrican estos milagros químicos, ha confirmado la relación directa entre los fármacos para la osteoporosis y las fracturas del fémur. La agencia señala que todos los medicamentos que contienen bifosfonatos deberán incluir en su prospecto una advertencia sobre este riesgo de fracturas. Imagino que este portento de la medicina oficial les ha jodido el fémur a suficientes pacientes como para que haya una estadística fidedigna. Imagino también que los laboratorios se quieren cubrir la espalda frente a una posible class action que reclame responsabilidades. Por eso interviene la agencia; de lo contrario no dudo que seguirían callando esta información.
La misma agencia ha matizado en un comunicado que los beneficios de estas medicinas en el tratamiento y prevención de los trastornos óseos continúan superando a sus riesgos.
Esto es lo mismo que decir que si unos cuantos se rompen los huesos a causa de un tratamiento que previene la descalcificación y por lo tanto la rotura de los huesos, pues no pasa nada. ¿Qué son unos cuantos fémures o caderas rotos de unos ancianitos que por eso pierden su movilidad? Al fin y al cabo si mueren mil personas, pero se salvan mil y una el medicamento es beneficioso.
Me pregunto qué mentes retorcidas y que sin vergüenzas pueden afirmar cosas come esta y dormir tranquilos por la noche. Me pregunto también cómo es posible que el gran público siga apoyando la medicina química cuando es evidente que perjudica más de lo que pretende curar. Para entenderlo basta con leer los efectos secundarios de cualquier medicamento alopático. Me pregunto por qué no se apuesta por las medicinas tradicionales, naturales, ancestrales que durante milenios han curado al ser humano. Se prefiere una medicina tóxica y peligrosa que lleva poco más de un siglo, frente a medicinas que se han utilizado con éxito durante milenios. También me pregunto por qué nadie quema a esta gentuza en la plaza pública.
Me pregunto todo esto, pero hoy no voy a amargarme el día con cuestiones de las cuales conozco las respuestas.
Hoy solo voy a aplaudir una vez más las maravillas de la medicina oficial.

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