Estos días estamos presenciando como otra vez suena la campana de la estéril homogeneización promovida por la UE. Que Bruselas, o mejor dicho Alemania, manda sobre el destino de las naciones y sobre la soberanía de los pueblos ya no es un secreto, aunque mucha gente no lo pueda entender porque está programada en modalidad EDS (esclavo del sistema) o porque el miedo la paraliza. Si Bruselas mandara para construir una Europa socialmente justa, equilibrada, una Europa de los pueblos, creo que más de uno adheriría con ganas al proyecto. La cuestión es que se está construyendo la Europa de los bancos, de las multinacionales, de los lobby de poder económico y de la injusticia social que pisa los derechos de todos para favorecer los intereses de unos poquísimos.
La nueva moda europea para combatir el fraude fiscal es ahora la limitación del importe en efectivo a disposición de los ciudadanos. para el pago en efectivo. Grecia, por medio del banquero-primer ministro Papademos ya ha puesto el límite de 1500€, Bilderberg Monti, otro banquero en el poder, en Italia ha decidido que sean 1000€, mientras que en Francia el enano-voy-a-refundar-el capitalismo Sarkozy ha optado por diferenciar entre empresas, 3000€, y particulares 1000€. Como el lacayo hergestellt in Deutschland Rajoy no quiere ser menos que sus amiguitos, en España también se está hablando de introducir dicho límite por un valor de 1000€.
Oficialmente esta medida sirve para combatir el fraude, pero en realidad esconde otro fin que con el fraude no tiene nada que ver. Los fautores del nuevo orden mundial, de la tiranía de los bancos y de la dictadura de la élite, es decir los neoliberales, planean acabar con los billetes, con las monedas físicas, para introducir la moneda electrónica. Para introducir la moneda virtual se empieza a restringir las operaciones en efectivo, a dar más protagonismo a las transacciones bancarias y a obligar al ciudadano por ley a tener una cuenta corriente. No es la fórmula de un extraño complot de oscuros masones; esto está ocurriendo en los países europeos gracias a las nuevas leyes que se aprueban en los parlamentos.
La moneda electrónica sirve a la élite fundamentalmente para concentrar en sus manos todo el dinero y con ello el destino de las naciones y de los pueblos. Igual que ahora gestionan los billetes, los bancos o las instituciones privadas, van a gestionar la moneda electrónica convirtiéndose de esta manera en los únicos árbitros del flujo monetario. Podrán hacer lo que les antoje con los ahorros virtuales.
Imagínese por ejemplo que Ud. no es un EDS y que libremente opina algo diferente al pensamiento único neoliberal. Ud. no es un terrorista ni un facinoroso; simplemente es un libre pensador que piensa por ejemplo que se debería promover la justicia social o la repartición ecua de los bienes. Ud. tiene una cuenta bancaria y una flamante tarjeta de crédito cuyo chip encierra su disponibilidad de dinero virtual. Qué fácil sería anular o poner a cero su crédito. Con solo apretar un botón, click, en un ordenador del banco Ud. se quedaría sin dinero y como este dinero es virtual, no existe, ¿a quién le reclamará Ud.? ¿Al banco que es de propiedad de quien ha dado la orden de anular su crédito? ¿Al estado controlado por los lacayos del neoliberalismo?
Imagínese que es un trabajador o un grupo de trabajadores de una empresa y que le recortan sus ya débiles derechos. En un estado libre los trabajadores se manifestarían para mantener sus derechos, pero si ocurriera reconducirlos a la razón será muy fácil. Click.
El dinero virtual es un arma de presión y de control en mano de quien lo controla, es decir de la banca y de los intereses privados de la élite neoliberal. Con un click se puede arruinar una empresa competidora, una familia disidente, un grupo de opinión incómodo, un libre pensador, un político que no obedece.
Por otro lado hay una razón más técnica que empuja a los neoliberales a introducir la moneda electrónica, el señoreaje. Producir billetes tiene un coste que con la moneda virtual se reduce prácticamente a cero generando unos espectaculares ingresos de señoreaje para la banca privada. Ud. gana restricciones a la libertad de disponer de su propio dinero y la banca gana millonadas que por supuesto servirán a pagar los sueldos de su ejército de siervos y lacayos, desde los economistas hasta los directivos pasando por los políticos, los jueces o los medios de comunicación. No servirán para mejorar la sanidad pública o la educación, sino para tener más policía e instrumentos de opresión y control.
La élite neoliberal lo tiene todo planeado desde que existen los bancos privados., es decir sus bancos. Simplemente ahora actúa impune porque ya lo controla casi todo. Nos vende la película del fraude, los medios de comunicación crean la base para que la imposición liberticida sea aceptada, los EDS aplauden la medida y los fantoches que están sentados en los parlamentos legislan. Chapó.
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