Desde que han entrado en el mercado las cámaras digitales, los consumidores hemos aprendido una nueva palabra: megapixel.
Con el número de megapíxeles identificamos la calidad de imagen, pensando que a más megapíxeles corresponde una mayor calidad.
Esto ocurre porque los fabricantes sacan a la venta cámaras digitales con cada vez más megapixel, anunciando que se trata de una mejoría, de un avance tecnológico que se traduce en una mayor calidad de imagen. De esta manera asocian el número de megapixel a la calidad de las fotografías, sin embargo se trata de una mera estrategia de marketing para seguir colocando productos en el mercado.
En realidad el número de megapixel no es un factor determinante para obtener una mayor calidad en las fotografías. Describe la resolución de una imagen, es decir cuánto detalle se puede observar en ella. Más megapíxeles significa ciertamente más resolución, pero la resolución no afecta a la calidad de la imagen sino a su tamaño. Por lo tanto más megapíxeles no corresponden a más calidad.
Para una buena calidad de imagen es mucho más importante tener una buena óptica con buenas lentes. De hecho se obtienen mejores resultados con una cámara de 5 megapíxeles con una buena óptica que con una cámara de 10 megapíxeles y con una óptica inferior, por ejemplo.
Una correcta iluminación también es muy importante para que las fotografías salgan nítidas y detalladas.
Por esta razón si pensamos cambiar la cámara digital con la intención de comprar otra con más megapíxeles para una mejor calidad de imagen, tengamos cuidado. Puede que simplemente estemos llenando los bolsillos de los fabricantes y seamos víctimas de un engaño para seguir vendiendo.
Mejor verificar qué óptica tiene nuestra cámara y si seguimos con la intención de comprar otra de gama más alta, entonces no buscar necesariamente más megapíxeles, sino una óptica superior.
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