Reconozco que cuando no duermo bien por la noche, al día siguiente mi nivel de entendimiento de los mecanismos humanos desciende en picado. El umbral de aceptación de la triste decadencia de ciertos presuntos seres inteligentes toca sus mínimos.
Esta noche no he dormido bien...
Ayer se puso a la venta el iPad22 de Apple en 25 países después del lanzamiento en estados Unidos y como era tristemente previsible se han registrado largas colas para la compra. En España Madrid y Barcelona son las dos ciudades donde la imbecilidad humana una vez más ha demostrado su máxima expresión
En Barcelona el primer comprador del iPad2 es un chico que se llama Albert Llambrich que estuvo esperando 36 horas, sí señores habéis leído bien, 36 horas delante de la tienda del centro comercial La Maquinista para hacerse con la puta tableta.
Están son sus orgullosas declaraciones cuando lo han entrevistado: Es una satisfacción muy grande muy grande ser el primero. Llevo aquí desde ayer día 24 a las 10.30 He pasado una noche bastante helada con frio…pero muy bien muy bien...
Sin embargo Albert de Tarragona no es el único en protagonizar semejante disparate que es solo una muestra más de la terrible decadencia que occidente está experimentando desde hace décadas.
Adrià, un chico que debe de tener unos 20 y escasos años, afirma que está en la cola desde las 7.30 de la mañana para conseguir su primer iPad2, y Javier con cara de orgullo dice: estoy aquí desde las 12.30 de ayer…17 horas más o menos y bueno es un alivio porque ya tantas horas estaba agobiado y ya me he sacado un peso de encima. Sus palabras se comentan por sí solas.
Ricard en cambio, otro chaval joven, se declara nervioso, muy nervioso y con ganas de correr a casa para usar la tableta, mientras la enseña como si fuera un trofeo.
Los jóvenes en cuyas manos el día de mañana estará el destino del mundo no son los únicos lobotomizados por Apple y su iPad2. Tenemos también gente de más edad, como Prudencio, que reconoce que tienes ganas de que abran ya la tienda para conseguir su iPad2. Por lo visto la imbecilidad humana no tiene edad.
No tengo el placer de conocer a ninguno de estos chicos y tampoco me interesa, pero me gustaría preguntarles como han reaccionado delante del terremoto en Japón por ejemplo o de la guerra en libia.
¿Qué opinan de los recortes de las prestaciones a los desempleados? ¿Cómo ven el hecho de que mucha gente está perdiendo sus casas porque no puede pagar la hipoteca? ¿Y los cada vez más frecuentes ERE? ¿Cómo se sitúan frente al debate energético que quiere fomentar el uso de la energía nuclear? ¿Saben que significa la sigla OGM? ¿Conocen a Platón o Aristóteles? ¿Qué opinan del cambio climático? ¿Han estado alguna vez en el Prado? ¿Qué piensan de la obsolescencia programada que antes o después afectará su reluciente nueva tableta?
Podría seguir con más y más preguntas pero es evidente que para estas mentes peculiares toda cura a sus problemas reside en el nuevo iPad2 que tiene un coste tan irrisorio de entre 479 y 799 euros.
La ilusión de la felicidad en este caso cuesta solo entre 479 y 799 euros y para alcanzarla simplemente hay que desplazarse hasta la tienda Apple más cercana.